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Complacer a la gente: qué significa y cómo parar

El término “complacer a la gente” se refiere a una persona que tiene una fuerte necesidad de complacer a los demás, incluso a costa de ellos mismos. Pueden sentir que sus propios deseos y necesidades no importan, o alterar su personalidad con los demás.

“Complacer a la gente” no es un diagnóstico médico o un rasgo de personalidad que miden los psicólogos. En cambio, es una etiqueta informal que la gente usa para describir una variedad de comportamientos, como aceptar hacer mandados para los que una persona no tiene tiempo.

Esto es diferente de rasgos como la bondad, la generosidad o el altruismo. Mientras que las personas pueden hacer una elección equilibrada e intencional para hacer favores a los demás, a una persona con tendencias a complacer a la gente le resultará difícil decir que no. Puede estar de acuerdo con cosas que no quiere o no puede hacer.

Siga leyendo para obtener más información sobre lo que significa el término complacer a las personas, las señales de que una persona tiene esta tendencia y cómo detenerla.

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Contents

¿Qué es un complaciente de personas?

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Alison Winterroth/Rechoncha

Complacer a la gente no es un término médico, por lo que no existe una definición clínica de lo que significa. En general, describe a una persona que constantemente se esfuerza por complacer a los demás, a menudo sacrificando sus propios deseos o necesidades en el proceso.

La mayoría de las personas quieren sentirse amadas y valoradas, especialmente en las relaciones cercanas. Esto es típico, ya que los humanos son criaturas sociales y quieren pertenecer. Como resultado, muchas personas ocasionalmente adaptan su comportamiento para que las interacciones sociales sean más fluidas.

El altruismo, o el deseo de ayudar a los demás, es otro rasgo común en los humanos. A veces, esto puede implicar un elemento de autosacrificio, como dar dinero, tiempo o energía a una causa.

Lo que distingue a estos comportamientos de complacer a las personas es que este último es difícil de detener. Una persona con una fuerte necesidad de complacer puede sentir que necesita ser lo que los demás quieren que sea. Pueden encubrir lo que realmente sienten o aceptar demasiados favores.

Una persona puede sentirse bien temporalmente después de complacer a alguien, pero este sentimiento no dura. Es posible que necesiten seguir haciendo cosas para que los demás se sientan útiles o amados. En última instancia, esto los perjudica, ya que tienen menos recursos para cuidar de sí mismos.

Signos de personas agradables

El deseo de complacer a la gente puede manifestarse de muchas maneras. Una persona puede:

  • le resulta difícil decir que no a las solicitudes
  • asuman regularmente trabajo extra, incluso si no tienen tiempo
  • A menudo se compromete en exceso con los planes, responsabilidades o proyectos.
  • evitar abogar por sus propias necesidades, como diciendo que están bien cuando no lo están
  • evitar estar en desacuerdo con las personas o expresar su opinión honesta
  • estar de acuerdo con las cosas que no les gustan para evitar crear fricciones

Una persona con estas tendencias también puede sentir:

  • presión para ser amable, agradable o alegre en todo momento
  • ansiosos por crear malestar o defenderse a sí mismos
  • estresados ​​por los compromisos que han asumido
  • frustrados porque nunca parecen tener tiempo para ellos mismos
  • que sus propios deseos o necesidades no importan en comparación con los demás
  • que la gente se aproveche de ellos

Causas de agradar a la gente

Complacer a la gente es una etiqueta más que un diagnóstico. Como tal, la gente lo define de diferentes maneras. Algunos de los factores que podrían conducir a este grupo de comportamientos incluyen:

  • Baja autoestima: Las personas que sienten que valen menos que los demás pueden sentir que sus necesidades no son importantes. Pueden abogar menos por sí mismos o tener menos conciencia de lo que quieren. También pueden sentir que no tienen ningún propósito si no pueden ayudar a los demás.
  • Ansiedad: Algunas personas pueden intentar complacer a los demás porque se sienten ansiosas por encajar, rechazar o ofender. Por ejemplo, una persona con ansiedad social puede sentir que debe hacer lo que sus amigos quieran para gustarle a la gente. Puede ser un intento sutil de controlar las percepciones de los demás.
  • Evitación de conflictos: Las personas que tienen miedo al conflicto, o que sienten que deben evitarlo, pueden utilizar el hecho de complacer a la gente como una forma de evitar desacuerdos.
  • Cultura y socialización: La cultura de la familia, la comunidad o el país de una persona puede influir en cómo ven su deber hacia los demás y hacia ellos mismos. Algunos pueden aprender que el desinterés total es una virtud o que las necesidades del colectivo importan más que las individuales, por ejemplo.
  • Equidad: Algunas formas de inequidad pueden reforzar la idea de que algunas personas están destinadas a cuidar de otras. Por ejemplo, el sexismo benévolo promueve la idea de que las mujeres son naturalmente más maternales y cariñosas que los hombres. Interiorizar estas ideas puede influir en las mujeres en relaciones heterosexuales para que sientan que deben poner a su pareja primero.
  • Desorden de personalidad: Los trastornos de personalidad son afecciones de salud mental a largo plazo, algunas de las cuales pueden llevar a complacer a las personas. Por ejemplo, el trastorno de personalidad dependiente (TPD) hace que una persona se sienta muy dependiente de los demás para obtener ayuda y aprobación en muchas facetas de la vida. Por ejemplo, pueden necesitar las opiniones de otras personas para tomar decisiones simples, como elegir qué ponerse.
  • Trauma: La investigación emergente sugiere que pelear, huir o congelarse no son las únicas respuestas a eventos traumáticos, como el abuso. Algunas personas también pueden «adular», que es una forma extrema de complacer a las personas. Implica tratar de ganarse el afecto y la admiración de aquellos a quienes temen como medio de supervivencia.

Riesgos de complacer a las personas

Complacer a las personas puede causar daño, tanto a las personas como a quienes las rodean. Algunos ejemplos de los riesgos incluyen:

  • Estrés: El estrés ocurre cuando una persona siente que no tiene los recursos para hacer frente a algo. Con frecuencia, tener exceso de reservas, tener una gran carga de trabajo o una larga lista de tareas por complacer a las personas puede dar lugar a este sentimiento. Comportarse de una manera no auténtica, o ignorar los verdaderos deseos o necesidades de uno, también puede hacer que una persona se sienta estresada o ansiosa.
  • Cansancio: Asumir demasiado, o ponerse una persona más alegre con los demás, puede ser mental o físicamente agotador.
  • Negligencia: Si una persona tiene poco tiempo o energía para sí misma, puede descuidar aspectos de su propio cuidado personal. Esto podría incluir la higiene personal, la apariencia, la salud mental o física o la carrera. Incluso puede significar que tienen menos energía para ayudar a otros a largo plazo.
  • resentimiento: Las personas que sienten que no tienen más remedio que complacer a los demás pueden resentirse de su papel, lo que provoca sentimientos de ira o frustración. Esto puede manifestarse como agresión pasiva, que es cuando alguien expresa enojo indirectamente, por ejemplo, a través de bromas o sarcasmo.
  • Problemas de pareja: Cuando una persona es infeliz, puede afectar sus relaciones. Por ejemplo, una persona puede sentir que su pareja se aprovecha de su disposición a ayudar, lo que genera un conflicto.
  • Pérdida de identidad: Las personas que piensan mucho en complacer a los demás pueden volverse menos conscientes de lo que quieren o de cómo se sienten. Esto puede significar que están menos en contacto con sus necesidades o con quiénes son.
  • Conflicto de roles: Una persona que intenta complacer a los demás puede encontrar que la persona que es en un contexto entra en conflicto con lo que es en otro.
  • Daños a terceros: Complacer a la gente puede hacer que una persona priorice sentirse querido sobre el bienestar de los demás. Por ejemplo, una persona podría involucrarse en chismes dañinos para encajar.

Cómo evitar que la gente complazca

La forma en que una persona cambia su comportamiento puede depender de la causa. Por ejemplo, una persona con DPD u otra condición de salud mental puede requerir tratamiento profesional para progresar.

Para otros, algunas tácticas a corto plazo que pueden ayudar incluyen:

  • Comenzando pequeño: Para empezar, intente comprometerse a satisfacer una necesidad a la vez. Por ejemplo, una persona puede establecer la meta de darse pequeños descansos entre reuniones.
  • estancamiento: Cuando alguien haga una solicitud, trate de permitirse un tiempo para pensar en ello en lugar de responder de inmediato.
  • Establecimiento de límites de tiempo: Cuando diga que sí a algo, incluya un límite de tiempo o una fecha límite en lugar de esperar a que alguien más establezca el cronograma. Por ejemplo, una persona puede aceptar cuidar a los niños entre ciertas horas.
  • Bloqueo de tiempo: Bloquee el tiempo del día que está fuera de los límites para cualquier nueva solicitud o plan. Las personas pueden hacer esto mentalmente o usar una aplicación de calendario para rechazar automáticamente cualquier invitación nueva.
  • Volver a escuchar «no»: En muchas situaciones, existen formas empáticas y con tacto de decir no. Ensayarlas antes de hablar con alguien puede ayudar.

Romper el hábito de complacer a las personas puede ser difícil, por lo que incluso si una persona no tiene un diagnóstico de salud mental, puede beneficiarse del apoyo de un terapeuta o entrenador. Un profesional puede ayudar a una persona:

  • identificar el comportamiento
  • reconocer su impacto
  • sentirse empoderado para cambiar las cosas
  • aprender sobre sus valores y a quién quieren dedicar más su tiempo
  • aprender sobre límites saludables
  • establecer límites con familiares, amigos o compañeros de trabajo

Cuándo buscar ayuda

Una persona puede buscar el apoyo de un terapeuta en cualquier momento, ya sea que sospeche que tiene una afección de salud mental o que simplemente se sienta infeliz.

Para algunos, sin embargo, buscar atención es importante. Una persona puede considerar hablar con un profesional si:

  • complacer a las personas es interferir con su trabajo o sus relaciones
  • sienten que no pueden cuidar de sí mismos
  • se preocupan mucho por lo que piensen los demas
  • tienen antecedentes de trauma

Resumen

El deseo de complacer a los demás es común y no es motivo de preocupación en pequeñas cantidades. Sin embargo, si a una persona le resulta difícil no complacer a los demás y constantemente deja de lado sus propias necesidades, puede sentir que el término «complacer a la gente» describe su comportamiento.

Complacer crónicamente a las personas puede afectar las relaciones y el sentido de identidad de una persona. Incluso puede tener un efecto paradójico, haciendo que sea más difícil ayudar a las personas debido a que una persona tiene menos tiempo y energía.

Es posible cambiar el comportamiento de complacer a las personas, aunque puede tomar tiempo. La combinación correcta de terapia y estrategias de relaciones saludables puede ayudar.

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